En las diferentes lecturas se nos
muestra algunas de las formas de hacer periodismo más humano y que refleja al
periodista, creo que es lo más importante que se puede rescatar de ellas.
Hay periodistas que adoctrinan el
periodismo “objetivo” y aconsejan ocultar opiniones e interpretaciones, etc. Si
un periodista solo se dedicara a ser lo más objetivo, creo que se convertiría en
esclavo de datos y hechos, que se presentan como objetivos y en realidad no lo
son.
El periodismo informativo está
plagado de la subjetividad, desde las fuentes que se escogieron y los datos que
se jerarquizaron como más importantes. Que se refleje el periodista en su
trabajo no está mal, después de todo para eso se prepara profesionalmente. Por eso
no estoy de acuerdo con todos aquellos que se creen poseedores de la
objetividad, son los peores periodistas, ya que se sosiegan y solo aceptan los
que ellos creen que es noticia.
Por eso algunos de los géneros
que se presentan en las lecturas, de alguna forma rompen con la dictadura de
los datos. Reflejar los sentimientos y posiciones en un trabajo periodístico no
es incorrecto, después de todo se ha hecho a lo largo de la historia del
periodismo. Con la narrativa se puede contar una historia de una forma más
dinámica y entretenida, se puede enganchar mejor al público y ellos podrán
sentir que han vivido la historia.
Como se mencionó en un curso de periodismo “trabajamos
con la gente y para la gente”, no necesariamente debemos ser periodistas
esclavos de los datos y los hechos, que en muchos casos están plagados de la
subjetividad de terceros y siguen otros
intereses.
Termino mi reflexión invitándolos
a que experimenten en el periodismo, los géneros presentados en las lecturas
pueden ser una guía muy útil, pero también hay que dejar espacio a la
creatividad e innovar no es un tabú que deba existir en el periodismo.